El gobernador del Banco de España. Miguel Fernández Ordóñez, calcula que el total de fondos, entre privados y públicos, que las cajas necesitarán para alcanzar los nuevos niveles de capital estarán "claramente" por debajo de
la cifra inicial de 20.000 millones de euros que dio el supervisor cuando se anunció la recapitalización del sistema financiero español. Para ello, ha recordado Fernández Ordóñez, las entidades tiene a su disposición el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que actualmente cuenta con 7.500 millones de liquidez inmediata.
Según ha explicado el gobernador durante una comparecencia convocada para analizar
el decreto de recapitalización aprobado el viernes por el Gobierno, la cifra inicial de 20.000 millones que anunció el Ejecutivo cuandose puso enmarcha de la reforma en enero, la facilitó elBanco de España. A día de hoy, Fernández Ordóñez no solo se ratifica en ella pese a que en el mercado han aparecido otras valoraciones más altas, si no que cree que las necesidades reales van a estar "claramente" por debajo.
Dentro de la hoja de ruta que le espera al sector, Fernández Ordóñez ha adelantado que el próximo 10 de marzo dirá entidad por entidad cuántas necesitan cuánto. Esto es, los millones que precisan cada una de las cajas para alcanzar los nuevos mínimos de capital del 8% o del 10% en el caso de las que tengan una mayor dependencia de los mercados mayoristas o no cuenten con un porcentaje superior al 20% de terceros entre sus accionistas.
Unos meses más tarde, el 30 de septiembre, se sabrán las que han captado el capital necesario por la vía privada y las que no. Entonces, a las que les falten capital y tengan un plan coherente, y siempre y cuando el Banco de España considere que tienen un programa de recapitalización creíble, podrán tener una demora de seis meses más hasta marzo de 2012, cuando se cerrará totalmente todo el proceso.
Para hablar de la capacidad del FROB para asistir a las cajas ha tomado la palabra el subgobernador de la institución, Javier Aríztegui. Según ha desgranado, el fondo cuenta con 4.500 millones más otros 3.000 millones en líneas de crédito, con lo que el total de dinero disponible en estos momentos para las entidades es de 7.500 millones. "Nos encontramos en una postura muy cómoda de liquidez para lo que podamos necesitar, pero si hiciese falta pedir más en los mercados, no habría problema ya que la última vez que salimos en dos horas recibimos el doble de lo que habíamos pedido", ha añadido en respuesta a la pregunta de si será suficiente.
Según los cálculos del Banco de España,
la inversión de las cajas en el sector inmobiliario es de 217.000 millones de euros, del que menos de la mitad, un 46%, entra dentro de la categoría de "potencialmente problemático". En este apartado se incluyen los créditos morosos, que suman 28.000 millones de euros, los que aun estando al corriente de pago representan algún tipo de riesgo, que se elevan a otros 28.000 millones, y los inmuebles y activos adjudicados por las entidades en canje de deuda, en su mayor parte suelo y que tienen un valor acumulado de 44.000 millones.
Sobre el decreto ley, Fernández Ordóñez ha insistido mucho en que,
en contra de lo que se ha dicho en el sector de que con estas exigencias de capital se va a cortar el crédito a empresas y familias, el resultado será justamente el contrario. La situación a la que iban las entidades anticipaba un corte del crédito por la desconfianza generada, primero por la crisis financiera internacional y, después, por las turbulencias en los mercados de deuda y la debacle de Irlanda. El origen, ha recordado, está en que "algunas cajas han contagiado a otras cajas su problema de credibilidad y estas han contagiado a los bancos". "No todo se ha hecho bien en el pasado y ahora había que reaccionar con rapidez porque las circunstancias han cambiado", sobre todo tras los problemas sufridos por la República irlandesa, ha reiterado.
Sin embargo, esta falta de confianza se va a solucionar porque "si alguien no tiene capital yo se lo voy a dar, no hay por qué quejarse", ha añadido Fernández Ordóñez en relación a que todas las entidades están en disposición de alcanzar, bien por sus propios medios en el mercado o bien con fondos públicos, los nuevos requisitos que garantizan su solvencia. Por este motivo, ha insistido en que el decreto era "absolutamente necesario". Eso sí, es consciente de que la confianza no volverá de la noche a la mañana. Entre las frases para la hemeroteca del economista también ha dejado otra enigmática: "Hay algunas cajas que no se quejan y hacen y hay otras que sobre todo se quejan, pero al final todas van a tener que moverse. Lo peor para el sistema financiero español sería no hacer nada como algunos piden", ha asegurado en una velada referencia al PP.